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Informe alerta sobre evasión de impuesto a la renta y constata que en casi dos tercios de transacciones de servicios “personales” no hay boleta de honorarios o factura

La consultora encargó un estudio para aproximarse a la evasión que se produce entre quienes brindan variados tipos de servicios, como profesores, personal trainer o peluquería a domicilio o mantención de piscinas, que trabajan en informalidad y, por ende, no pagan impuesto a la renta. Los datos muestran que el ticket promedio es de $30 mil por prestación y que la reforma propuesta, al imponerles más carga a los ya formalizados, desincentiva aún más la formalización de los que no lo están. Entre los hallazgos de la encuesta también aparece que solo el 19% cree que los impuestos se usan de manera eficiente.Mantención de jardín o piscinas, profesores o personal trainer al hogar, servicios de peluquería de pies y manos a domicilio, lavado de auto a la casa. Un largo etcétera de servicios aparecen consignados en una investigación tributaria que, en lo medular, analizó la evasión de impuestos en el ámbito de los servicios.

La gestora del estudio es la consultora TH Partners, un equipo de abogados tributaristas liderados por Dayana Barría, abogada de la U. de Chile, magíster en Planificación y Gestión Tributaria y quien en el pasado fue gerenta de Consultoría Tributaria de EY —trabajó en esta consultora entre 2006 y 2014— y exabogada del departamento legal de Shell Chile (hoy Enex). La indagación fue encargada a la firma investigadora de mercado Provokers Chile, ligada a Max Purcell —exgerente de Adimark GfK—, un estudio cuantitativo a través de encuestas con Panel Online, aplicada a hombres y mujeres, de entre 18 y 70 años, residentes en Chile, a nivel nacional y entre todos los estratos socioeconómicos, con un trabajo de campo hecho entre el 16 y el 29 de junio.

En el documento quedaron plasmadas percepciones y opiniones de las personas en temas como la evasión y elusión de impuestos, la visión que tienen sobre el Servicio de Impuestos Internos (SII), sobre el comercio y actividades informales y el no pago de impuestos, entre otros temas.

Pero en el detalle, el objetivo de los impulsores del estudio fue intentar poner números a un fenómeno que en opinión de Dayana Barría está invisibilizado, que es la evasión de impuestos en una amplia gama de servicios, algunos de ellos de tipo profesional, que muchas personas y familias contratan y en torno a los cuales no hay conciencia sobre el pago impositivo que deberían conllevar por parte de quienes los prestan, a diferencia de lo que sucede con la compra de bienes, en que hay muchos mayores grados de conocimiento y conciencia de la pertinencia de que se entregue boleta por la compra de un producto y de que hay evasión si no se hace.

'Se ha hablado harto de la informalidad, del comercio ambulante, de la venta online, con lo que está súper asociada la informalidad a las compras sin boleta, a los productos. Pero no se ha dicho mucho de la informalidad que hay en los servicios', explica Barría.

Ejemplos hay varios. La contratación de personal trainers, mantenedores de piscinas, psicopedagogos o clases de diverso tipo a domicilio, solo por nombrar ejemplos de actividades cotidianas en que es frecuente que el prestador no entregue boleta de honorarios o factura, lo que redunda en un menor pago de impuesto a la renta.

Los hallazgos del documento fueron consistentes en tal sentido, pues en el ámbito específico de los servicios, la encuesta arroja que la contratación de servicios no es masiva —el 39% de los encuestados contrató 'servicios' en el último mes—, pero de ese universo, en el 63% de esos casos no recibió boleta de honorarios o factura. 'Eso es un montón', dice Barría, casi dos tercios de los casos.

Barría explica que esto no tiene que ver con el IVA, pues hoy por normativa y salvo algunos tipos de servicios, la regla general es que los servicios profesionales están exentos de IVA (esto va a cambiar el próximo año, en que se restringirá los servicios exentos, a los de educación, salud y transporte de pasajeros). Puntualiza que cuando es una persona natural la que brinda el servicio, lo que correspondería es entregar una boleta de honorarios y ese prestador del servicio estaría afecto al pago del Impuesto Global Complementario (IGC), en la medida en que con sus ingresos supere el tramo exento. Y si quien entrega el servicio está constituido como una empresa, correspondería una factura, que se traduciría en impuesto de primera categoría.

La abogada explica que si bien varios de estos no son servicios masivos y probablemente muchos de ellos los contratan los grupos de mayores ingresos —el mantenedor de piscinas o el personal trainer, por ejemplo—, para el que brinda esos servicios por horas puede significar un ingreso mensual total de $4 millones o más, que quedan sin pago del correspondiente impuesto a la renta. 'El valor del ticket, en la gente que dice haber contratado servicios, es de $30 mil', detalla Barría (en el detalle, el promedio del ticket en la encuesta se ubicó en $31.270).

'Creo que hay un abuso de la informalidad. Cuando se prestan servicios caros, de $30 mil o $40 mil por un curso, y hay 10 alumnos en un curso, y ese curso se da cuatro veces al día, terminan ganando hartos millones al mes y no pagan ningún peso al fisco. Hay un universo, que desconocemos cuánto es, de gente que podría tener recursos para aportarle al fisco. No es gente a la que apenas le da para vivir. Están en otro nivel de ingreso. Una persona de $4 millones de ingreso al mes no es clase media, debería pagar en el tramo del IGC', dice.

En momentos en que se comienza a debatir una nueva reforma tributaria, estima Barría, 'aquí hay un vacío importante', dice, porque no hay normas que aborden este punto de la evasión por servicios, salvo una muy acotada que permitirá deducir del IGC los gastos asociados al cuidado de menores de dos años o de personas con grados de dependencia severa (con tope de $550.000 al mes). Con ello, de aprobarse la reforma en este punto, ahí sí se regularía este grupo de servicios de cuidados, pues ocurrirá que para que un contribuyente pueda acreditar esa deducción a su propio pago de impuestos, va a necesitar las boletas o comprobantes de las prestaciones recibidas. Pero en el resto de las actividades no, lo que la abogada cuestiona.

El problema, prosigue, es que como se quiere recaudar más, se le termina poniendo tanta carga al que ya está formalizado, que se termina desincentivando la formalización de los que no lo están. 'Mientras más carga le pongas al que está formalizado y poco incentivo a la formalización, puedes ir generando un círculo vicioso', estima.

Algunos hallazgos de la encuesta muestran que en materia de servicios, como la mantención del jardín o la piscina, el 6% dice haber contratado en el último mes, con un ticket promedio de $24.878, y el 60% no recibió boleta de honorarios o factura.

En un sub ítem que los investigadores identificaron como 'actividades', como llevar a lavar el auto, también 6% lo hizo en el último mes (0,2 veces al mes), con un ticket promedio de $16.130 y en el 47% de los casos no hubo boleta (ver infografía).

En el total y considerando compras en 'comercio' (como ferias, negocios de barrio, redes sociales), 'actividades' (como lavado del auto, pedir comida, etc), y 'servicios' (reparaciones, mantenciones, aseo, profesores, etc) —en total, 24 tipos de negocios o situaciones—, la investigación constató que el 64% de la población realizó al menos una compra sin boleta en el último mes. O sea, seis de cada 10 personas.

83% dice que 'hay demasiados funcionarios públicos' en los que se gastan impuestos

En general, las personas declaran ideas negativas sobre el comercio informal. La opinión que concita más apoyo —el 70% está de acuerdo o muy de acuerdo con ella— apunta a que las mafias se han apoderado del comercio ambulante y causan un grave daño; el 66% opina que no todos quienes ejercen el comercio informal son gente de bajos recursos, y que, al contrario, este mueve 'varios millones'; el 56% dice que es una competencia desleal al comercio establecido; y el 54% identifica que el comercio informal le hace daño a la economía porque no paga impuestos. También hay opiniones positivas o benevolentes —pero no mayoritarias—, respecto de que en el comercio informal hay personas de bajos recursos porque no tiene otra alternativa para trabajar (40% así lo cree).

Sin embargo, las personas compran en el comercio sin recibir boleta. Por ejemplo, en un mes, hay 1,4 compras, en promedio, en el comercio callejero —por un monto promedio de $8.549— y de esas transacciones, en el 89% no se recibió boleta. En contraste, hay 14,7 compras, en promedio, en el supermercado en el mes, y en este caso, no se registran compras sin boleta.

En general, el sondeo permite ver que la población tiene conciencia de la importancia de los impuestos. El 77% está de acuerdo en que los impuestos son esenciales para financiar salud, educación, etc., y el 72% cree que es justo que quienes ganen más paguen más. Sin embargo, solo el 19% cree que los impuestos se usan de manera eficiente para financiar gastos sociales.